Intensa tormenta azotó AMBA
El fuerte aguacero que azotó la ciudad y la provincia de Buenos Aires en las últimas horas ha ocasionado una serie de daños variados. Estos abarcan desde techos arrancados, cortes en el suministro eléctrico, árboles caídos e inundaciones, generando diversos estragos en múltiples áreas del AMBA.
Hasta ayer por la tarde, en la Ciudad de Buenos Aires, estaba vigente una alerta amarilla. Para abordar esta situación, el gobierno de la ciudad activó un servicio en colaboración con Defensa Civil, Bomberos, Policía de la Ciudad, Logística, Voluntarios, Tránsito, Pluviales y otras unidades especializadas en situaciones similares.
El director de Defensa Civil, Alberto Carita, explicó que varias tormentas se fusionaron, resultando en una acumulación considerable de agua. La zona norte, dada su menor altitud en la ciudad, es la más afectada, y estuvieron tratando algunos problemas en esa área con la asistencia de los equipos de Emergencia. No obstante, la disminución en el nivel del Río de la Plata permite un desagüe relativamente fluido del agua.
Las condiciones climáticas derivaron en el cierre parcial o total de calles en distintos barrios. Se implementaron operativos para manejar ocho árboles derribados, de los cuales cuatro impactaron vehículos. Uno de estos incidentes ocurrió en la intersección de Olleros y Forest, donde un Honda Civic quedó completamente destrozado bajo un árbol.
Los equipos de respuesta ante emergencias también tomaron medidas de seguridad y delimitaron la zona en Santo Tomé, donde otro árbol presentaba riesgo de colapso. Además, se atendieron incidentes en San Telmo, debido a la caída de una cerca de chapa y un poste de alumbrado sobre un vehículo; en Almagro, por una ventana desprendida; y en Avellaneda, por el desprendimiento de mampostería de un edificio junto a la Biblioteca del Congreso de la Nación.
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Naturalmente, las calles inundadas y los operativos generaron obstáculos en el tráfico vehicular. Sin embargo, afortunadamente no se habían reportado lesiones graves entre la población de la Ciudad.
Las intensas tormentas también interrumpieron la operación normal de los aeropuertos Jorge Newbery y Ezeiza. A partir del mediodía, comenzaron a surgir cancelaciones y demoras en ambos aeropuertos, afectando a más de 130 vuelos.
A la tarde, cuando el temporal cesó y los problemas ocasionados por la actividad eléctrica en los aeropuertos disminuyeron, la situación comenzó a retornar gradualmente a la normalidad. Las alertas rojas en las pistas, que habían causado la suspensión de todas las operaciones, fueron levantadas.