«No al shopping, Sí al parque»: protesta vecinal en Caballito
Una vez más, el sistema judicial de la ciudad de Buenos Aires ha detenido un proyecto inmobiliario en Caballito de más de 10 años que contaba con el respaldo del Gobierno de la Ciudad. Dos empresas constructoras tenían la intención de desarrollar un complejo de edificios y un centro comercial al aire libre en una zona residencial.
En el último día de actividad judicial, la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso, Administrativo y Tributario revocó una sentencia de primera instancia que había autorizado la primera etapa del proyecto conocida como «Ciudad Palmera».
La decisión de los jueces se basó en la demanda presentada por un grupo de vecinos en abril de 2020, oponiéndose al permiso otorgado por el Gobierno de la ciudad. En los argumentos de los vecinos se cuestionó el plan propuesto, así como la evaluación del impacto ambiental y la falta de un informe sobre la viabilidad del proyecto en términos de agua, electricidad, alcantarillado, entre otros aspectos.
A pesar de esto, la empresa IRSA dividió los terrenos en cuatro y transfirió uno a la empresa Portland, encargada del desarrollo inmobiliario llamado «Ciudad Palmera», como una estrategia para evitar la necesidad de obtener modificaciones urbanísticas a través del Parlamento y así avanzar con el proyecto al menos en esa zona.
En agosto de 2020, en medio de la pandemia y con camiones ya en el lugar, el juez de primera instancia Darío Reynoso ordenó la suspensión de la obra mediante una medida cautelar debido al impacto ambiental negativo que se esperaba de la construcción de 1188 apartamentos y un centro comercial de 28,000 metros cuadrados.
Casi tres años después de esa orden y tras numerosas presentaciones ante la justicia, el juez Reynoso reconsideró su opinión anterior en un fallo emitido en junio. Argumentó la existencia de «nuevas circunstancias de hecho» relacionadas con un acuerdo entre IRSA y Portland para modificar el proyecto inmobiliario y reducir su impacto original.
Como resultado, Reynoso levantó la medida cautelar, lo que permitió reiniciar la construcción, lo cual generó preocupación entre los residentes del barrio, quienes retomaron su campaña de oposición mediante recursos de apelación y protestas callejeras con el lema «No al Shopping, Sí al Parque».
En ese contexto, la Sala II de la Cámara revocó el fallo de Reynoso que había autorizado la construcción en la primera de las cuatro parcelas, en una resolución emitida la semana pasada. Entre los argumentos utilizados se incluyó el informe de la fiscal de cámara Karina Cicero del 10 de julio, en el cual se evaluó que «es posible entender que el proyecto está diseñado para funcionar como un conjunto completo, donde cada una de sus partes, es decir, los edificios, los estacionamientos, las galerías y los locales comerciales de cada parcela, no pueden separarse ni interpretarse fuera del marco que proporciona el resultado final del proyecto».
La demanda de los vecinos también busca detener la construcción del conjunto de edificios para preservar los espacios verdes, ya que el terreno de IRSA linda con un patio ferroviario en desuso, que las asociaciones barriales buscan convertir en un parque público.
Información de Agencia Télam.